Los mercados hacen caso omiso

La respuesta de Irán a Israel el pasado sábado, que prometía una posible escalada en los precios del petróleo y el gas, las dos materias primas más sensibles a cualquier conflicto en Oriente Próximo, no ha tenido el impacto esperado. Aunque el temor a una escalada en la región había elevado los precios de ambos combustibles al final de la semana pasada, la situación parece haberse estabilizado por el momento.

Los mercados interpretan que la respuesta de Irán al ataque israelí a su complejo diplomático en Siria se ha contenido, al menos por ahora. Tanto el barril de petróleo Brent como el gas TTF, referencias en Europa, han comenzado el lunes a la baja, como si el ataque de la Guardia Revolucionaria iraní apenas hubiera ocurrido. Las bolsas también muestran confianza: el índice Stoxx 600, que engloba a las 600 mayores empresas del continente, incluso ha abierto ligeramente en verde.

Aunque el panorama inicial era sombrío, con los proyectiles aún en camino hacia Israel el sábado, el único mercado abierto en ese momento, el de criptoactivos, se desplomó. Sin embargo, desde el inicio del ataque, Teherán comunicó a través de su delegación en la ONU que consideraba concluida la escalada. El alcance limitado de la ofensiva iraní sugiere que el conflicto no se intensificará. Además, los esfuerzos de apaciguamiento por parte de Estados Unidos también indican una posible contención del enfrentamiento.

Aunque inicialmente los precios del crudo subieron ligeramente al comienzo de la sesión, pronto cambiaron de rumbo. Un par de horas después de la apertura de las bolsas, el crudo cayó más del 1%, alejando los temores. Sin embargo, la materia prima sigue cerca de sus máximos desde el ataque de Hamás a Israel en octubre del año pasado. El gas, por otro lado, ha experimentado una leve disminución hasta los 30 euros por megavatio hora, lejos de los mínimos marcados a finales de febrero, pero aún por encima de las cifras pre-crisis energética.

La incertidumbre en Oriente Próximo continúa siendo un factor clave en el mercado petrolero. Una escalada significativa podría resultar en nuevas sanciones a Irán, uno de los principales productores mundiales y miembro fundador de la OPEP. Aunque los fundamentos de oferta y demanda sugieren que el precio del brent debería rondar los 84 dólares por barril, la situación geopolítica actual podría mantenerlo por encima de los 90 dólares. Además, una mayor implicación de Irán en el conflicto podría llevar al cierre del estrecho de Ormuz, una ruta vital para el transporte mundial de crudo por mar.

Sin embargo, en los mercados bursátiles la calma prevalece. Tanto el Ibex 35 como el Stoxx 600 apenas registran cambios significativos, con algunos sectores como el de energía y telecomunicaciones experimentando pequeñas caídas. Los inversores parecen haberse acostumbrado a las tensiones geopolíticas y continúan buscando oportunidades incluso en momentos de incertidumbre. Desde el ataque de Hamás a Israel en octubre pasado, los mercados han experimentado períodos de miedo recurrente a una escalada en la región, pero hasta ahora la situación se ha mantenido bajo control.

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