Puig, la firma que ha alcanzado el lujo.

A finales del siglo pasado, los cuatro hermanos de la segunda generación Puig decidieron pasar el testigo de la empresa a sus 14 hijos, marcando así la quinta y última etapa de acuerdo con el legado de su padre, que abogaba por el concepto de “dejar hacer” y ceder el control. Antes de hacerlo, invitaron a esta nueva generación empresarial a proyectar cómo imaginaban el futuro del grupo familiar en una década. Es probable que entre sus visiones estuviera la posibilidad de salir a Bolsa, una idea que se había contemplado en 2008 y que finalmente se ha confirmado este lunes tras numerosas deliberaciones.

En la actualidad, Puig ha evolucionado significativamente desde sus humildes inicios en 1914, cuando importaba cosméticos de Francia y el Reino Unido. Desde aquellos días, marcados por el lanzamiento exitoso de su icónica colonia Agua Lavanda en la década de 1940, la empresa ha experimentado un crecimiento notable, bajo el liderazgo actual de Marc Puig, presidente ejecutivo del grupo. A pesar de que esta generación no ha presenciado los primeros días de la empresa, ha trabajado incansablemente para convertirla en un conglomerado de perfumería y cosmética que aspira a competir con gigantes del lujo como LVMH y L’Oreal.

Con una facturación de 4.300 millones de euros el año pasado y una capacidad para convertir más del 10% de esa cifra en ganancias netas, Puig ha demostrado su solidez en el mercado, a pesar de los desafíos como los ocurridos en 2020 debido a la pandemia de COVID-19. La empresa ahora busca asegurar la confianza de los inversores con su plan de salir a Bolsa, con el objetivo de captar 2.500 millones de euros en nuevo capital, que le permitirá refinanciar deudas y adquirir completamente el control de algunas empresas en las que tiene interés.

La reestructuración reciente del grupo, con la creación de tres divisiones y la integración de participaciones dermatológicas como Isdin, refleja su compromiso con el crecimiento y su adaptación a las cambiantes demandas del mercado. Además, la estrategia de adquisiciones ha sido clave en su expansión, con movimientos significativos como las compras de Charlotte Tilbury, Kama Ayurveda, Loto del Sur y Byredo, entre otras. Estas adquisiciones no solo fortalecen su posición en el mercado del lujo, sino que también reflejan su capacidad para innovar y mantenerse a la vanguardia en un mundo dominado por las redes sociales como Instagram y TikTok.

Sin embargo, a pesar de su incursión en el mercado de valores, la familia Puig mantendrá una mayoría clara en el capital y sus derechos políticos serán significativamente superiores a los de los nuevos inversores. Con Marc Puig acercándose a los 65 años en tres años, es probable que surjan nuevas dinámicas de liderazgo en el futuro, pero el legado de “dejar hacer” de su abuelo seguirá siendo fundamental en la cultura empresarial de Puig.

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Capafons & Cia. S.L.