La degradación política

¿Tenemos los mejores políticos que hemos tenido alguna vez? La respuesta, independientemente de donde nos encontremos, parece ser la misma. Durante las últimas dos décadas del siglo pasado y las dos primeras del actual, contamos con una clase política que demostró un notable sentido de responsabilidad y visión a largo plazo. Más allá de las ideologías, tanto en el ámbito nacional como internacional, lograron consensos significativos y acuerdos trascendentales. Aunque no exento de desafíos, este período se caracterizó por una relativa ausencia de conflictos graves y un acercamiento entre los principales bloques, lo que impulsó un prolongado período de crecimiento económico sólido y baja inflación a nivel global.

Lamentablemente, la situación actual es distinta. La polarización se ha convertido en el modus operandi de la clase política, tanto a nivel nacional como internacional. Las tensiones internacionales reflejan las tensiones domésticas que prevalecen en muchas regiones importantes.

En las últimas semanas, hemos escuchado advertencias de líderes políticos sobre el riesgo de conflictos civiles en Estados Unidos y una situación prebélica en Europa. Mientras tanto, los mercados financieros continúan su racha alcista impulsados por los estímulos de los bancos centrales y la influencia de la inteligencia artificial. ¿Deberíamos preocuparnos? Los cambios en el panorama geopolítico también influyen en las tendencias macroeconómicas que impactan en las familias y las empresas:

  1. Libre comercio vs proteccionismo: Desde los años 80 hasta hace poco, hemos sido testigos de un impulso hacia el libre comercio entre la Unión Europea, Estados Unidos y Asia, lo que ha llevado al comercio mundial a niveles históricos. Sin embargo, ahora nos enfrentamos a una tendencia hacia el proteccionismo, lo que podría afectar negativamente al crecimiento económico global y aumentar la inflación.
  2. Deslocalización vs relocalización: Durante años, las empresas han buscado ubicar sus centros de producción donde puedan operar de manera más eficiente. Sin embargo, los conflictos bélicos recientes han provocado interrupciones en las cadenas de suministro, lo que podría impulsar una tendencia hacia la relocalización de la producción dentro de las fronteras nacionales.
  3. Reducción vs aumento del gasto en defensa: Durante las últimas décadas, hemos observado una disminución significativa en el gasto en defensa a nivel global. Sin embargo, ante el aumento de las tensiones geopolíticas, es posible que veamos un incremento en el gasto militar, lo que podría tener implicaciones económicas importantes.

La degradación política mundial está generando menos comercio, relocalización de la producción y un posible aumento del gasto en defensa. ¿Qué significa esto para los ahorradores? Menos comercio y más proteccionismo podrían traducirse en mayor inflación y menor crecimiento económico, lo que dificulta el camino para los inversores y ahorradores.

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Capafons & Cia. S.L.