Así se fraguó la operación del BBVA

“En respuesta a la pregunta formulada por un representante de JP Morgan durante una conferencia con analistas e inversores la semana pasada, el consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno, transmitió con soltura y confianza malas noticias para la banca de inversión: “No vemos mucha actividad de fusiones y adquisiciones”. En sus palabras, se percibía cierto orgullo por el actual perímetro de la entidad, cuando se le cuestionó directamente sobre posibles movimientos corporativos en la banca europea y española.

Curiosamente, la analista que planteó la pregunta, perteneciente al mismo banco de inversión que trabaja habitualmente con el BBVA (que anteriormente había asesorado al Sabadell en su intento de adquisición), describió la posición del Banco Sabadell como “muy fuerte”, casi insinuando que la entidad catalana estaba considerando una operación. Sin embargo, la realidad ha demostrado lo contrario: en lugar de salir de compras, el Banco Sabadell está en la mira de posibles compradores, en un contexto de consolidación bancaria en España que continúa intensificándose.

El BBVA está nuevamente interesado en adquirir el Sabadell, una operación que, a pesar de su fracaso en 2020, nunca desapareció por completo de sus planes estratégicos. Sin embargo, la situación ha cambiado en estos últimos cuatro años: el Sabadell ahora tiene un valor cuatro veces mayor, mientras que el BBVA vale tres veces más.”

“Las transformaciones han sido tan significativas en este cuatrienio que ni en el mercado ni en el Banco Sabadell se anticipaba una movida de esta envergadura. Durante la tarde del martes, los círculos financieros se preguntaban insistentemente: ¿Por qué ahora? La carta enviada por el BBVA al consejo de administración del Sabadell el miércoles abre múltiples interrogantes y brinda diversas justificaciones, pero no arroja luz sobre el momento elegido.

Fue un momento extraño y peculiar. Sucedió durante la mañana previa a un largo puente festivo en la Comunidad de Madrid. Las acciones del Sabadell registraron su tercera subida consecutiva tras la presentación de resultados, momento en el cual JP Morgan inquirió sobre operaciones corporativas, acumulando un incremento del 15% en tres días. El martes, el Sabadell mostraba alzas modestas, alrededor del 1,5%, cuando a las 13:16 el periodista de Sky News, Mark Kleinman, publicó en X (anteriormente conocida como Twitter) la propuesta del BBVA, señalando además que JP Morgan era el asesor de la firma española y que el Sabadell había desmentido la noticia. Un minuto después, la agencia Bloomberg, cuyos terminales están presentes en las mesas de negociación de brokers de todo el mundo, replicó la noticia.”

Siete minutos más tarde, estalló la noticia con la comunicación del BBVA a la CNMV, confirmando la propuesta dirigida a Josep Oliu, presidente del consejo de administración del Sabadell, y anunciando que el BBVA ya tenía asesores trabajando en la operación. El mercado, naturalmente, comenzó a valorar la posible adquisición, aunque faltaban detalles clave. A las 14:23, el banco catalán emitió un comunicado breve (como es su costumbre), especificando el momento en que recibió la propuesta: 13:43, apenas 40 minutos después de que la noticia apareciera en la prensa británica.

La acción del Sabadell volvió a experimentar un fuerte aumento mientras que el BBVA terminó perdiendo un 6,65%. ¿El significado de toda esta agitación en el mercado bursátil? El BBVA estaba decidido a adquirir el Sabadell y estaba tomando la situación muy en serio. “Tienen que ir a por todas porque no se pueden permitir otro tropiezo”, comentan diversas fuentes financieras, observando los acontecimientos con retrospectiva. Aparentemente, el BBVA había avanzado bastante en su plan. Veinticuatro horas después de revelar sus intenciones y en pleno Día del Trabajo, uno de los seis días festivos en los que la Bolsa española permanece cerrada, hizo pública la carta enviada al consejo de administración del Sabadell con todos los detalles de su propuesta.

Volviendo al martes por la tarde, el consejo de administración del Banco Sabadell se reunió de urgencia, aunque solo de manera informativa. Según fuentes cercanas a la cúpula del grupo catalán, el presidente, Josep Oliu, anticipaba —o temía— un movimiento de esta magnitud. Algunos argumentan que la operación se puede calificar como “informada” más que “consensuada”. Sin embargo, una tercera fuente admite que se trata de “una operación agresiva, no hostil”, mientras que desde otros círculos se sugiere que hubo aproximaciones previas entre ambas entidades, incluso debatiendo algunas de las condiciones expresadas en la carta. Estos matices resaltan en una operación que, según todas las fuentes, ni siquiera sus impulsores esperaban que saltara tan pronto a la primera plana de la actualidad. El Banco Sabadell se mantiene en silencio.

La filtración de la noticia ha alterado los plazos habituales: lo común en estas operaciones es que se realice un acto formal de entrega del documento de propuesta y, una vez conocido, ambas entidades lo anuncien, como ocurrió en 2020. Esta vez no ha sido así. No obstante, “hace tres años y medio, Josep Oliu puso fin a las negociaciones para fusionar el BBVA y el Sabadell, y si lo logró fue porque participó en una operación amistosa”, señalan desde el entorno empresarial catalán.

La idea actual de la entidad es tomarse unos días de reflexión antes de responder a una oferta que ejerce presión en el mercado. Para ello, se convocará un nuevo consejo, programado para mañana o el próximo lunes. Sin embargo, esto está sujeto a la volatilidad del mercado, que no suele esperar acontecimientos. Después del asombro inicial, llega el momento de tomar distancia y reflexionar: la decisión está en manos de la sede de Sant Cugat.

“Los accionistas ya tienen los detalles de una propuesta que les ofrece una prima sobre una cotización que ha experimentado un importante aumento en los últimos años”, afirma otra fuente cercana a las operaciones corporativas. De esta manera, el BBVA ha abordado dos problemas de un solo golpe: ha sido transparente con su propuesta y ha evitado especulaciones. Además, ha ejercido presión sobre el consejo del Sabadell ante el interés que pueda despertar entre los inversores de la entidad catalana. “Es una oferta, como mínimo, interesante. Si la rechazan, tendrán que justificarlo detalladamente ante los inversores”, agrega otra fuente que está al tanto de la preparación de la oferta del grupo vasco.

Lo que inicialmente parecía un rompecabezas incompleto, que tomaba por sorpresa tanto a los propios (BBVA) como a los extraños (Banco Sabadell), ahora parece encajar en casi todos los aspectos. “Tiene todo el sentido del mundo”, interviene otra fuente del sector. Aunque el contexto no parece ideal para adquirir otra entidad, dado el buen momento del sector financiero tras el brusco aumento de los tipos de interés establecido por el Banco Central Europeo (BCE) entre julio de 2022 y septiembre de 2023, fuentes internas del BBVA consideran que la ventana de oportunidad para la compra podría cerrarse en los próximos meses.

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