SEC o CFTC

Trump da un giro y apuesta por la industria cripto

Donald Trump ha comenzado a dar sus primeros pasos en el sector de las criptomonedas. Tras la decepción del día de su investidura, en el que ni siquiera mencionó el tema, el pasado jueves el republicano cambió su discurso. Durante su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos, el presidente de EE.UU. prometió convertir al país en «la capital mundial de las criptomonedas». Horas después, firmó una orden ejecutiva que reconoce el papel clave de los activos digitales en la innovación y el desarrollo económico.

El anuncio, sin embargo, fue recibido con tibieza por los mercados, pese a que la administración republicana ha sentado las bases para la regulación del sector. El principal debate sigue siendo qué agencia debe supervisarlo: la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) o la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos (CFTC).

Una regulación en disputa

Actualmente, ambas instituciones regulan el mercado cripto en función de cómo se clasifiquen los activos: como valores (similares a acciones y bonos) o como commodities (como el oro o el trigo). Para ello, se basan en el test de Howey, una sentencia de hace casi un siglo que determina que un contrato de inversión existe cuando los inversores esperan obtener beneficios derivados de la gestión de un tercero, tras haber aportado capital. Si se cumple esta condición, el activo se considera un valor y queda bajo la supervisión de la SEC.

Esta diferenciación ha generado fricciones entre reguladores y ha llevado a enfrentamientos legales con emisores de criptomonedas, como el caso de Ripple. En 2020, la SEC demandó a la empresa por vender XRP como un valor no registrado, alegando que infringía las leyes federales de valores. Ripple, en cambio, argumentó que su token es una criptomoneda y no un valor.

Según el investigador senior en el Peterson Institute for International Economics, los activos digitales no encajan fácilmente en las categorías regulatorias tradicionales. Mientras que el consenso es claro respecto a bitcoin, considerado una materia prima, en el resto de los activos persisten dudas. «EE.UU. aún no ha aprobado nuevas leyes que los contemplen, dejando a los reguladores con una tarea compleja», señala en declaraciones a CincoDías.

¿SEC o CFTC? La batalla por el control del mercado cripto

El nombramiento de Paul Atkins, un defensor de la desregulación, como presidente de la SEC sugiere un posible giro en la postura de la agencia respecto a las criptomonedas. Sin embargo, la SEC ha sido tradicionalmente más restrictiva en su supervisión, mientras que la CFTC ha mostrado una mayor flexibilidad. Es por esto que el sector prefiere que sea esta última la que asuma un rol predominante en la regulación del mercado, cuyo valor ya supera los 3 billones de dólares.

Rostin Behnam, expresidente de la CFTC, intentó sin éxito convertir a la agencia en el principal regulador del bitcoin y ampliar su supervisión a otros activos digitales, como los intercambios de criptomonedas. Hasta ahora, la CFTC se ha enfocado principalmente en los derivados cripto, como futuros y opciones.

A pesar de su menor tamaño y recursos –su presupuesto es siete veces inferior al de la SEC, según Bloomberg–, la CFTC es percibida como un regulador más ágil y adaptable. Sin embargo, la política republicana de reducir el gasto público deja en el aire la posibilidad de reforzar su papel en el sector.

La diversidad del ecosistema cripto hace inviable que un solo regulador tenga el control absoluto. “La regulación para bitcoin es muy distinta a la de un fondo cotizado en bolsa o a la de una organización descentralizada. En EE.UU., los bancos están supervisados por múltiples entidades, como la FDIC, la OCC, la Reserva Federal y reguladores estatales. Algo similar podría aplicarse a los criptoactivos”, explica.

En contraste, en Europa hay consenso en tratar las criptomonedas como activos con finalidad de inversión, similares a los valores. Esto ha llevado a que en la mayoría de los países su regulación recaiga en entidades equivalentes a la SEC, como la CNMV en España y la ESMA a nivel europeo. La cofundadora de finReg360, considera que EE.UU. debería seguir un modelo similar al de la normativa europea MiCA. “Una cosa es que las criptomonedas se consideren parecidas a los valores, y otra que sean exactamente iguales. Si lo fueran, no se necesitaría una licencia MiCA para operar, sino una de empresa de servicios de inversión”, señala.

El plan de Trump: un grupo de trabajo para definir la regulación

Por ahora, Trump no ha revelado detalles concretos de su estrategia. Su orden ejecutiva establece la creación de un grupo de trabajo para revisar las regulaciones existentes y suprimir aquellas consideradas inadecuadas. Este equipo está encabezado por David Sacks, designado como «zar» de las criptomonedas y la IA en la Casa Blanca, e incluye al Secretario del Tesoro, Scott Bessent, al presidente de la SEC, Paul Atkins, y a la presidenta interina de la CFTC, Caroline Pham.

Pham, una firme defensora de la claridad regulatoria en el sector cripto, podría jugar un papel clave en el futuro de la agencia. En las próximas semanas, se espera que Trump nombre al nuevo presidente de la CFTC, un cargo vacante tras la dimisión de Behnam.

Según la orden ejecutiva, el grupo de trabajo tiene un plazo de seis meses para presentar una propuesta de regulación integral del sector. Mientras tanto, la industria y los reguladores siguen a la espera de señales más concretas sobre la dirección que tomará la administración republicana en su recién adoptada apuesta por las criptomonedas.

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