El euro será una divisa vulnerable

El mercado ha superado la primera bola de partido de la temporada. La reciente rebaja de tipos de la Fed, no vinculada a una recesión, traerá semanas de estabilidad a las divisas, aunque se espera un aumento de la volatilidad a medida que se acerquen las elecciones presidenciales en EE.UU., según anticipa Daniel Tobon, responsable de divisas de Citi. Durante su visita a Madrid, Tobon reafirmó el estatus del dólar como divisa refugio, a pesar del elevado déficit de EE.UU., y considera que el riesgo del carry trade, que contribuyó al lunes negro del 5 de agosto, está mitigado.

Pregunta: ¿Qué evolución prevé ahora para el dólar? ¿Se depreciará más con las bajadas de tipos o hay factores que impulsan su apreciación?

Respuesta: Nuestras proyecciones para el dólar están alineadas con las rentabilidades de los bonos soberanos de EE.UU. No anticipamos nuevas caídas en estas rentabilidades, por lo que el dólar podría estabilizarse. En el corto plazo, durante los próximos dos meses, esperamos que el dólar se mueva dentro de un rango. Tras la reunión de septiembre de la Fed, el mercado comenzará a posicionarse para el gran evento de noviembre: las elecciones presidenciales. Podríamos observar una apreciación del dólar hacia esa fecha, aunque no necesariamente hasta los máximos del año pasado. Por ahora, el mercado no está considerando una prima de riesgo por la guerra arancelaria si Trump resulta ganador, y será interesante ver la confianza del mercado en una posible victoria de Harris en las próximas semanas.

P. ¿Y qué pasaría si gana Trump?

R. En ese caso, anticipamos un dólar más fuerte, principalmente por el riesgo arancelario y su efecto inflacionista. Además, las rentabilidades de los bonos podrían aumentar ante la expectativa de una política fiscal expansionista. El principal impulso para el dólar vendría de los aranceles, afectando especialmente a las divisas de los países más impactados. Entre las principales divisas, el euro sería el más vulnerable en un escenario de presidencia de Trump. El yuan, por su parte, está fuertemente intervenido, lo que dificultaría su movimiento en comparación con el euro.

P. ¿Es la guerra comercial el principal riesgo para la zona euro y su divisa?

R. La zona euro enfrenta un momento de debilidad estructural en su crecimiento. El mercado parece estar siendo excesivamente complaciente al respecto, y esto no es solo un problema a corto plazo. Alemania ya no es la locomotora de la región, lo que afecta al conjunto de la eurozona. La clave será ver cómo actuará el BCE, que hasta ahora ha manejado bien la inflación. Existen riesgos de crecimiento en la eurozona, y los mercados apuntan a que el BCE podría recortar los tipos rápidamente, lo que podría ser una buena noticia para el euro.

P. Sin embargo, Citi tiene una perspectiva bajista para el euro, a 1,08 dólares.

R. Así es, pero eso está más relacionado con EE.UU. y las elecciones presidenciales que con la eurozona en sí. Esta visión es para los próximos dos meses y no necesariamente se extenderá más allá de las elecciones. Esperamos alta volatilidad hasta entonces, y después el enfoque volverá a los bancos centrales.

P. ¿Cómo ve el yen? ¿Hay riesgo de un episodio de volatilidad por el carry trade similar al del 5 de agosto?

R. El carry trade en yenes se ha popularizado, especialmente entre hedge funds, aunque algunos clientes están buscando financiarse en otras divisas. El movimiento del 5 de agosto se debió en gran parte al aumento de tipos del Banco de Japón, pero el gran catalizador fue la caída en las rentabilidades de los bonos de EE.UU. Un nuevo episodio similar podría ocurrir si viéramos otro descenso rápido en estas rentabilidades, impulsado por el riesgo de recesión en EE.UU., un riesgo que persiste. Aunque no es nuestro escenario base, el mercado laboral estadounidense sigue siendo vulnerable. En cuanto al yen, creemos que 140 unidades por dólar podrían ser un máximo temporal, pero a medio plazo esperamos que el yen se sitúe en 135 unidades por dólar.

P. ¿Cree que el riesgo del carry trade ha disminuido tras los eventos del verano?

R. Definitivamente, el riesgo es menor que en verano. El carry trade en yenes es muy popular, y también debemos considerar la cantidad de activos estadounidenses en manos de entidades japonesas, como aseguradoras o fondos de pensiones. Un cambio en Japón hacia una asignación de cartera más doméstica podría tener serias implicaciones para el yen, aunque estas decisiones son graduales y se revisan cada pocos años. El carry trade con yuanes también ha sido popular, aunque muchas posiciones se han deshecho debido a pérdidas. En general, las estrategias de carry trade han disminuido. Sin embargo, si la Fed sigue recortando tipos y la economía se mantiene bien, podríamos ver un resurgimiento de esta operativa.

P. ¿Qué perspectivas tiene a medio y largo plazo para el dólar? ¿Puede el elevado déficit de EE.UU. poner en riesgo su estatus como divisa refugio?

R. El estatus del dólar como divisa refugio sigue firme en el mercado global. Las preocupaciones sobre el déficit fiscal de EE.UU. no han afectado su valor. La primera vez que el mercado prestó atención a esto fue en septiembre u octubre del año pasado. La cuestión clave es cuánto déficit puede soportar EE.UU. sin comprometer el estatus del dólar, y la realidad es que no hay ninguna otra divisa en condiciones de asumir ese rol. China, por ejemplo, no puede hacerlo. El dólar seguirá siendo la divisa refugio por defecto en el futuro. Si bien observamos una mayor diversificación en las reservas de los bancos centrales, con más compras de oro y pequeñas asignaciones a otras divisas, no creemos que el estatus del dólar esté en peligro, al menos en los próximos dos años.

P. ¿Podría este debate acelerarse si Trump es reelegido y el déficit crece?

R. Sin duda, hay implicaciones electorales en este tema. No obstante, es importante recordar que es el Congreso el que aprueba el presupuesto, no el presidente. Parece que el control de las Cámaras podría dividirse entre republicanos y demócratas. El mayor riesgo para el déficit se presentaría con Trump, aunque el mercado no lo está considerando en este momento. Aunque los republicanos podrían controlar el Senado, necesitarían también el control del Congreso. La Fed está bajando los tipos de interés, lo que reduce el coste de financiación y ofrece algo de margen para la deuda. El elevado déficit de EE.UU. es un tema que continuará presente en los próximos años. Sin embargo, dado que los bancos centrales no tienen alternativas al dólar como divisa refugio, este riesgo parece lejano. Por el momento, el estatus del dólar sigue asegurado.

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