Resaca en las bolsas por menor consumo de alcohol
El consumo de alcohol pierde relevancia: un desafío para las grandes empresas del sector
El consumo de alcohol parece haber pasado de moda. La evolución de las principales compañías cerveceras y de bebidas espirituosas inquieta a los inversores, con gigantes como la británica Diageo (responsable de marcas como Johnnie Walker o Baileys) y la belga Anheuser-Busch InBev (dueña de Corona y Stella Artois) acumulando pérdidas de hasta un 20% en el último año. Desde 2020, la industria vive una “resaca” bursátil prolongada. Un caso destacado es el de Brown-Forman, propietaria de Jack Daniel’s, que ha visto una caída del 52,24% en su capitalización de mercado en este periodo.
El cambio en los hábitos de consumo, especialmente entre los más jóvenes, es un factor determinante. Cada vez más personas reducen o eliminan el consumo de alcohol, impulsadas por un enfoque hacia el bienestar y una creciente conciencia sobre los riesgos para la salud. Esta tendencia está erosionando las perspectivas de crecimiento del sector, reflejándose también en los mercados financieros.
La salud como prioridad
Según un informe de Deutsche Bank, el consumo de alcohol está disminuyendo en mercados clave como Estados Unidos, Alemania, Italia y España. En diciembre, el porcentaje de personas que declararon beber menos aumentó en estos países, mientras que en Francia y Reino Unido el consumo se mantuvo estable. En España, un 41% de los encuestados afirma querer reducir su ingesta de alcohol para mejorar su bienestar general, un 20% busca perder peso, y un 16% teme perder calidad de vida.
Esta tendencia se ve reforzada por medidas regulatorias. Un Cirujano General de los Estados Unidos, propuso el 3 de enero incluir advertencias en el etiquetado de bebidas alcohólicas sobre los riesgos de cáncer, destacando que el alcohol es la tercera causa prevenible de esta enfermedad, después del tabaco y la obesidad. La recomendación impactó en Bolsa: Boston Beer cayó un 3,8%, Molson Coors un 3,4%, Constellation Brands un 0,3%, y Brown-Forman un 2,5%.
Irlanda ya ha anunciado que, a partir de 2026, será el primer país europeo en implementar etiquetas en bebidas alcohólicas que adviertan sobre los riesgos de cáncer, enfermedades hepáticas y el contenido calórico. Además, el 30% de los consumidores encuestados por Deutsche Bank en seis mercados clave esperan consumir menos alcohol en los próximos 12 meses.
Adaptarse o perder: estrategias para mitigar la caída
La industria no se queda de brazos cruzados. Heineken, en colaboración con la Universidad de Oxford, ha investigado los hábitos de los millennials en mercados como España, Reino Unido, EE.UU., Japón y Brasil, encontrando que un 41% prefiere consumir bebidas sin alcohol. En España, las cervezas sin alcohol se encarecieron un 4,1% en octubre de 2024, mientras que el consumo de alcohol en los hogares cayó un 3,53% para cervezas y un 0,7% para bebidas espirituosas, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Deutsche Bank sugiere una estrategia basada en productos premium y alternativas de bajo o nulo contenido de alcohol. La fórmula “menos, pero mejor” busca promover el consumo de bebidas de mayor calidad y precio, compensando la caída en el volumen.
China, un mercado mixto
China sigue siendo un mercado clave para la industria. Según UBS, las importaciones de bebidas espirituosas crecieron un 30% interanual en diciembre de 2024, impulsadas por el whisky escocés. Sin embargo, productos como el coñac muestran debilidad, con una caída del 21% en volúmenes. Los riesgos en el mercado chino incluyen la incertidumbre económica y la posible imposición de aranceles permanentes, que podrían forzar a empresas como Pernod Ricard y Rémy Cointreau a aumentar precios un 15% y un 19%, respectivamente.
UBS advierte que estos desafíos pesarán sobre el sector al menos hasta 2026, antes de una eventual estabilización. Por ahora, las existencias en China cubren entre tres y cuatro meses, por lo que los efectos de los aranceles se sentirán principalmente en 2025.
Un futuro incierto
Con consumidores cada vez más inclinados hacia un estilo de vida saludable y regulaciones más estrictas en el horizonte, el sector de bebidas alcohólicas enfrenta retos significativos. La capacidad de adaptarse mediante la innovación y el enfoque en nuevos productos será crucial para sobrevivir en un mercado en transformación.