Previsiones para 2025
Noviembre: Temporada alta de previsiones económicas y de mercado
Al igual que las mandarinas y las setas, noviembre marca el punto álgido de la temporada de predicciones económicas y de mercado. Están por todas partes y, como la Navidad, cada año parece que llegan antes. Pero ¿para qué sirven realmente estas previsiones? Dividir la evolución de los ciclos de mercado en periodos de 12 meses tiene poca base científica, pero el ejercicio tiene sus méritos. Por un lado, obliga a ordenar ideas; por otro, ofrece a algunos inversores una sensación de control que les ayuda a dormir mejor, lo cual no es poco. Sin embargo, el aluvión de información puede ser abrumador.
Tras revisar una veintena de análisis para 2025, aquí presento un resumen de las principales predicciones, ordenadas de mayor a menor consenso:
1. Los tipos de interés bajarán
Este es, con diferencia, el punto de mayor acuerdo. Con la inflación bajo control y las economías mostrando señales de debilidad, los bancos centrales han comenzado a suavizar su política monetaria. En Europa, el tipo de depósito ya ha caído del 4% al 3,25% y podría llegar al 1,75% en 2025. En EE. UU., el descenso ha sido del 5,5% al 4,75%, con proyecciones hacia un 3,75%.
Aunque la magnitud de los recortes puede variar, la dirección es clara. Este movimiento tendrá amplias implicaciones: bajarán las hipotecas, subirán los precios de la vivienda, aumentarán los beneficios empresariales al reducirse los costes financieros, y los bonos ya emitidos ganarán valor. Además, las empresas tendrán mayor capacidad de inversión gracias a menores costes de financiación.
2. No habrá recesión
Aunque ahora parece evidente con el desempleo cerca de mínimos históricos en Europa y EE. UU., hasta hace pocos meses este escenario no estaba tan claro. Los analistas llevan tres años pronosticando recesiones inminentes, lo que explica por qué las estrategias de inversión han fallado recientemente. Ahora, el consenso es que la economía seguirá resistiendo.
3. La Bolsa tendrá un buen desempeño
En un entorno recesivo, la Bolsa suele ser el peor lugar para invertir. Sin embargo, los inversores más cautelosos que evitaron riesgos este año se perdieron un rendimiento global del 24%. Para 2025, las recomendaciones giran en dirección opuesta: la Bolsa es el activo preferido, respaldada por un esperado incremento del 12% en los beneficios empresariales en EE. UU. y del 8% en Europa.
4. Trump: bueno para la Bolsa estadounidense, malo para el resto
La reelección de Trump beneficiará a las empresas estadounidenses gracias a menos impuestos, menos regulación y un entorno favorable para las pequeñas y medianas empresas, especialmente en el sector financiero. Sin embargo, su política proteccionista conlleva tarifas y restricciones comerciales que afectarán negativamente a las empresas extranjeras y a las exportaciones estadounidenses. A nivel global, las ganancias de la Bolsa estarán impulsadas principalmente por las compañías americanas, que representan casi dos tercios de la capitalización mundial.
5. Las “magníficas 7” pierden protagonismo
El dominio de las grandes tecnológicas podría llegar a su fin. Actualmente, diez empresas concentran más del 35% del valor del S&P 500, un nivel de concentración sin precedentes. Además, sus valoraciones están en niveles históricos: los beneficios proyectados para 2025 se negocian a un ratio precio-beneficio de 27, frente a 15 en Europa.
Esto ha llevado a muchos inversores a diversificar hacia empresas más pequeñas o fondos equiponderados, donde las grandes compañías no dominan tanto las carteras.
6. Los bonos estadounidenses generan dudas
Aunque la caída de los tipos de interés debería beneficiar a los bonos, las políticas fiscales de Trump, con déficits crecientes y una emisión masiva de deuda, pueden contrarrestar este efecto. Si la oferta de bonos crece significativamente, su valor podría verse presionado a la baja, generando incertidumbre entre los analistas.
7. Mayor incertidumbre geopolítica
La reelección de Trump aumenta tanto la probabilidad de una invasión china a Taiwán como la de un acuerdo de paz en Ucrania. En términos financieros, esto refuerza la necesidad de mantener reservas para imprevistos, dado el incremento en los riesgos extremos.
8. Perspectivas débiles para el petróleo
La combinación de una desaceleración económica y el avance de la electrificación está reduciendo las previsiones de demanda de petróleo para 2025. La OPEP ya ha revisado a la baja su estimación de crecimiento de demanda en varias ocasiones, mientras que la oferta sigue aumentando, especialmente en EE. UU., lo que podría ejercer presión sobre los precios.
Con estas predicciones, te ahorras horas de lectura. Guarda esta lista y revisa en diciembre de 2025 para recordar lo complejo que es predecir las acciones humanas. Al final, diversificar y mantener una estrategia a largo plazo sigue siendo el 80% del éxito en la inversión.