Palantir
Detrás de los muros de la CIA, donde la realidad se entrelaza con el mito, los agentes del servicio de inteligencia estadounidense cuentan desde hace tiempo con una herramienta que ha pasado de la clandestinidad a cotizar en Wall Street. Palantir ha transformado su software de análisis de datos en una de las favoritas de los servicios de inteligencia para detectar patrones y amenazas a la seguridad. Impulsada por el auge de la inteligencia artificial y las crecientes preocupaciones sobre la defensa nacional, la compañía ha ingresado esta semana al S&P 500, el prestigioso índice que agrupa a las 500 mayores empresas cotizadas de Estados Unidos, con una valoración que supera los 82.000 millones de dólares. Mientras que algunos analistas más optimistas proyectan que su valor podría alcanzar el billón de dólares, otros, más cautelosos, encuentran dificultades para justificar los elevados precios de sus acciones.
Para ilustrar el tamaño que ha alcanzado Palantir en el último año, solo hay dos empresas en el Ibex 35 que superan su capitalización: Inditex, con un valor en Bolsa de 165.000 millones de euros, e Iberdrola, valorada en 86.000 millones. Desde su debut en el mercado en 2020, Palantir ha multiplicado por más de cuatro su valor: de 9,2 dólares por acción al inicio de su andadura bursátil, actualmente cada título se cotiza a 37 dólares. En lo que va del año, ha experimentado una revalorización del 118%. Pero, ¿de dónde ha surgido este nuevo gigante?
Palantir siempre ha estado envuelta en un halo de misterio. Su nombre proviene de una piedra mágica de la saga de libros y películas El Señor de los Anillos, utilizada para observar eventos lejanos. Al igual que un espía que actúa en la sombra, ha crecido gracias a contratos con los servicios de inteligencia de Estados Unidos, aliados y empresas privadas. En el proceso, ha ganado tanto una comunidad de inversores fervorosos como el recelo de analistas y segmentos de la sociedad, precisamente por el secretismo que rodea sus operaciones.
Fundada en Palo Alto, California, epicentro del auge tecnológico, Palantir comenzó desarrollando software para detectar fraudes en PayPal. Más tarde, anticipando el potencial del big data y la inteligencia artificial, decidió aplicar su tecnología a cuestiones de defensa y seguridad. La compañía ofrece herramientas de IA y análisis que permiten procesar y visualizar datos complejos, facilitando la toma de decisiones estratégicas en áreas críticas. Ha colaborado tanto con gobiernos como con el sector privado, donde las grandes empresas utilizan su software para identificar rápidamente oportunidades de venta. Durante la crisis del Covid-19, la empresa se ofreció a numerosos gobiernos europeos para analizar en tiempo real la capacidad hospitalaria y la evolución de los pacientes.
Su postura como empresa patriótica estadounidense, negándose a trabajar con países como Rusia o China, ha atraído a inversores en el país. Palantir genera numerosas menciones en redes sociales por parte de pequeños accionistas, que comparten análisis de resultados y métricas de la compañía. En Reddit, existen foros dedicados a Palantir con hasta 60.000 seguidores. Este fervor ha llevado a que, según datos de FactSet, alrededor de la mitad de las acciones en circulación estén en manos de inversores particulares.
De hecho, su fuerza en Bolsa desde su debut ha estado vinculada a la aceptación entre los inversores minoristas. A menudo, las empresas que salen a cotizar a Bolsa cuentan con bancos de inversión que colocan paquetes de acciones entre inversores institucionales. Sin embargo, en el caso de Palantir, los bancos mostraron recelo y fueron los pequeños inversores quienes suscribieron las acciones. “Los inversores institucionales pensaban que Palantir nunca sería un actor relevante, pero los pequeños accionistas lo creyeron, y ese ha sido el motor de la compañía”, afirma Dan Ives, analista de Wedbush Securities, uno de los expertos más optimistas sobre la compañía.
Sin embargo, Palantir también ha suscitado recelos. Uno de sus fundadores, Peter Thiel, es un controvertido millonario vinculado a Silicon Valley. Gay y republicano, defensor de un liberalismo económico radical y simpatizante de grupos ultraconservadores, Thiel fue cofundador de PayPal y uno de los primeros inversores en Facebook, donde permaneció en su consejo durante 17 años antes de abandonar en 2022 para apoyar a Donald Trump en su campaña electoral. Bajo su gobierno, Palantir obtuvo contratos por más de 1.400 millones de dólares.
Además de la figura polémica de Thiel, Palantir ha sido objeto de críticas por sus operaciones. El Gobierno estadounidense ha utilizado su software para controlar la inmigración, rastrear y deportar a cientos de personas sin documentos. En 2018, se reveló su posible colaboración con Cambridge Analytica para obtener datos de Facebook y perfilar a votantes estadounidenses.
Desde el punto de vista financiero, los analistas están divididos. Desde su debut en Bolsa, la compañía ha experimentado un giro de 180 grados en sus cifras. En 2020, perdió 1.166 millones de dólares, reduciendo esa cifra a la mitad en 2021. En 2023, logró sus primeros beneficios de 220 millones y en los primeros seis meses de 2024 ya ha duplicado esa cifra, con expectativas de cerrar el ejercicio con aproximadamente 870 millones en ganancias. Sin embargo, los expertos temen que las acciones de Palantir hayan alcanzado una valoración excesiva y expresan preocupación por su dependencia de los contratos gubernamentales.
El consenso de Bloomberg establece un precio objetivo de 27,5 dólares por acción, un 25% por debajo del precio actual. De los 20 analistas que siguen a la compañía, solo cuatro recomiendan comprar acciones, mientras que nueve optan por mantener y siete por vender. “Palantir tiene una impresionante tracción comercial en EE. UU. y su tecnología de inteligencia artificial ha generado gran interés por sus amplios casos de uso en las empresas. Sin embargo, esto parece estar plenamente reflejado en su valoración. Los contratos estratégicos han impulsado los ingresos, pero otras áreas, como comercio internacional y contratos gubernamentales, han mostrado mayor volatilidad”, señalan los analistas de Mizuho.
“Palantir tiene una alta valoración difícil de justificar. Aunque ha tenido un buen desempeño en general, seguimos preocupados por la falta de visibilidad del negocio. Algunos ritmos comerciales han sido de menor calidad y hay limitaciones en la capacidad de la empresa para ofrecer resultados consistentemente sólidos”, añaden los analistas de Deutsche Bank.